Que trabajar con microservicios es más innovador, cómodo y seguro que hacerlo en el sistema tradicional no es nada nuevo. Cada empresa tiene sus necesidades y cada cual decidirá cómo quiere trabajar, pero si estás en la nube y necesitas funcionar con estructuras modulares, seguras y a menor coste, probablemente abandones arquitecturas monolíticas y evoluciones hacia los microservicios. Y eso es algo de lo que llevamos hablando mucho tiempo.
La arquitectura de microservicios es un conjunto de pequeñas partes de código, que se ejecutan de forma independiente. De este modo, el equipo puede realizar cambios en el software de manera simple y rápida cuando quiera, sin que se vean afectados otros procesos.
Puedes crear programas en distintos lenguajes (para adaptarte a las mejores soluciones); trabajar de manera independiente, escalable y resistente; combinarlo con DevOps… Grandes soluciones como Liferay DXP se permiten dar una experiencia digital más integradora gracias a los microservicios. A otro nivel de ejemplos, Atresmedia ha actualizado su plataforma de streaming ATRESplayer con la arquitectura de microservicios.
Beneficios de este enfoque
Las ventajas que brinda la arquitectura de microservicios se centran en cinco ámbitos:
- Velocidad y versatilidad: utilizar distintas tecnologías y lenguajes de programación. De este modo, cada funcionalidad de la aplicación se puede adaptar más adecuadamente y realizar operaciones de manera más ágil.
- Equipos enfocados: como las grandes tareas se dividen en pequeños servicios, se pueden crear grupos de trabajo mejor enfocados. Hacer pruebas de manera aislada sin impactar a los demás grupos.
- Reducción de costes: bajan los costes de mantenimiento y actualización, ya que no intervienes en toda la estructura.
- Modularidad: son servicios autónomos, de forma que cada una de las partes se puede crear y desplegar independientemente.
- Escalabilidad: al ser una aplicación modular, se puede escalar perfectamente de manera horizontal cada una de las partes.
Las soluciones tecnológicas son más flexibles, más resistentes, más seguras.
Perfiles técnicos necesarios
¿Y qué tecnologías se requieren para poder trabajar en microservicios? Porque está claro que los desarrolladores de software deben estar formados específicamente para poder funcionar con microservicios.
Pues sería interesante tener conocimientos en Kubernetes, Docker, Red Hat, Spring Framework, Angular x… En definitiva, aquellas herramientas y tecnologías que se alejan de los paradigmas tradicionales del desarrollo. De ahí que sea tan interesante su asociación con DevOps.
Si la audiencia del producto es grande y diversa, se pueden producir picos de consumo, existen equipos técnicos con capacidades complementarias y es necesario escalar en los servicios ofrecidos por la organización, está claro: hay que virar hacia la arquitectura de microservicios.