Los Sistemas de Información Geográfica, o GIS (por sus siglas en inglés: Geographical Information Systems) son, en el año 2016, una pieza clave en el mundo tecnológico.
En sus orígenes, el concepto GIS estaba asociado a grandes máquinas realizando procesos pesados, y restringido a profesionales altamente cualificados en geografía y análisis, modelización y visualización de datos. Pero en el año 2005, se produjo un hecho disruptivo que permitió la entrada de nuevos actores en este sector: la creación de Google Maps. El web mapping se convertía en tendencia, y los desarrolladores comenzaban a tener algo que decir en el mundo de los mapas.
Al mismo tiempo, la proliferación de los teléfonos móviles inteligentes permitía que todos y cada uno de nosotros lleváramos en nuestro bolsillo un dispositivo capaz de proporcionarnos servicios basados en nuestra ubicación en tiempo real.
Estamos en 2016 y ambas áreas, Internet y los dispositivos móviles, se han vuelto aun más omnipresentes en nuestras vidas. El mundo del GIS ha sabido adaptarse rápidamente a esta revolución tecnológica. Las tecnologías de información espacial se han movido paulatinamente a la web y los dispositivos móviles.
No tardaron en aparecer tecnologías libres como alternativa a la propietaria, aunque gratuita, Google Maps. Buen ejemplo de ello son las librerías Javascript Leaflet y OpenLayers 3. Ambas permiten el desarrollo de mapas basados en web, integrando diversas capas de datos, como imágenes satelitales, mapas de vegetación, mapas de puntos de interés, rutas, mapas de elevación o incluso calles de todo el mundo, a través del proyecto OpenStreetMap: un callejero mundial constantemente actualizado y disponible gratuitamente gracias al esfuerzo colectivo. El equipo de OpenStreetMap, además, dedica gran parte de su actividad a acciones humanitarias, como el mapeado en tiempo real de zonas de catástrofe (Haití, en 2005, o el más reciente terremoto de Ecuador).
Por supuesto, el gigante del mundo GIS, ESRI, no se ha quedado atrás. Ha adaptado su suite de herramientas de escritorio (ArcGIS) al ecosistema web y móvil, adoptando la cada vez más habitual estrategia de llevarse los procesos complejos al lado del servidor y ofreciendo sus productos como servicio.
Bajo esta estrategia de GIS como servicio a consumir desde nuestro navegador o dispositivo móvil, operan también empresas surgidas recientemente, como la española CartoDB, que ofrece una base de datos PostgreSQL + PostGIS con funcionalidades avanzadas de análisis espacial en la nube, una librería Javascript de web mapping(cartodb.js) y un SDK para desarrollo móvil bajo iOS, Android y Windows. Casi todo ello basado en software libre, un paradigma que goza de especial buena salud en el mundo GIS.
La otra pieza fundamental en el mundo GIS está siendo el imparable crecimiento del IoT, Internet of Things. La existencia de sensores proporcionando datos geolocalizados en tiempo real, incluso en interiores, y conectados a Internet permite que profesionales de áreas como Big Data, Data Science o Business Intelligence utilicen sistemas de información geográfica para procesar, analizar, localizar y dar sentido a los datos.
No sabemos a ciencia cierta cómo va a evolucionar la tecnología en los próximos años, pero sí podemos estar seguros de algo: seguiremos queriendo saber cuándo, dónde y por qué suceden las cosas. Y los Sistemas de Información Geográfica pueden ser nuestro gran aliado al respecto.