Desde hace tiempo, el sector TIC reclamaba una política nacional en materia de Inteligencia Artificial que centrara los objetivos del país y los recursos con los que se contaría para llevar a cabo esta estrategia.
Ya en diciembre de 2018, la Comisión Europea creó un Plan Coordinado sobre Inteligencia Artificial para 2018-2020, que preveía un aumento de la inversión en 1.500 millones de euros en el marco de Horizonte 2020 y movilizaba más de 500 millones de euros del Fondo Europeo para Inversiones Estratégicas para invertir en IA.
La Comisión designó a 52 expertos en Inteligencia Artificial provenientes de diferentes ámbitos. Ellos trataron de encontrar la forma de aprovechar las oportunidades que ofrece la IA de una manera centrada en el ser humano, ética y segura. Respetando, por supuesto, las propias leyes ya establecidas en la Unión Europea. Por ejemplo, hoy por hoy el sistema de IA más popular son los datos. La regulación europea de protección de datos podría ser un hándicap para recopilarlos. Sin embargo, están buscando opciones para que ambas medidas convivan. El Plan de la UE está orientado a convertir Europa en un territorio atractivo en el que se impulse la innovación y las start ups se consoliden y desarrollen.
Las peticiones de la Industria TIC española
En ese sentido, patronales del sector TIC (como AMETIC) se ofrecieron a trabajar con el Gobierno para plantear «una política nacional con recursos financieros suficientes», de manera que España pudiera liderar la apuesta por la IA a nivel internacional.
Concretamente AMETIC, estuvo trabajando en la elaboración de una propuesta que aportara ideas y soluciones: reforzar la ayuda financiera y fomentar la adopción de la IA por los sectores público y privado; garantizar un marco ético y jurídico adecuado; apoyar la creación de entornos de cooperación, experimentación, demostración y prueba; modernizar el sistema educativo y de formación, entre otras cosas.
La respuesta del Gobierno español
Pues bien, a principios de marzo, se celebraban en Granada las Jornadas «Estrategia Española I+D+i en Inteligencia Artificial». En este foro, el Gobierno español aprovechó para presentar su proyecto en materia de IA. Dentro de la Agenda 2030, en el documento se definen prioridades y recomendaciones: primero se generará una estructura organizativa que facilite la I+D+i en IA en el país. Después, se establecen dos áreas estratégicas con las que funcionar, la social (administración pública, educación, ciudades, salud) y la económica (industria 4.0, energía, seguridad y turismo e industrias creativas). A partir de ahí, se irán desarrollando acciones para la transferencia de conocimiento, se fomentará la formación transversal en IA y se desarrollará un ecosistema digital de datos, respetando siempre los límites éticos.
En este proyecto ya estuvo trabajando el anterior Ejecutivo. Tras su cese en el verano, se retomó en noviembre de 2018 con un Grupo de Trabajo de IA compuesto por expertos del sector público y privado. Estos habrían sido los que han definido las recomendaciones y prioridades recogidas en la «Estrategia para la IA en I+D+i».
Durante la presentación del documento, ya se adelantó que esta propuesta es una aproximación a la elaboración de la citada «estrategia nacional». El Gobierno es consciente de que aún queda mucho por trabajar.
La respuesta del sector ante la propuesta del Gobierno
Precisamente esta es la principal crítica que ha recibido el documento por parte de los expertos: no se trata de una propuesta profunda. No se definen con concreción los recursos con los que se contará para poner en marcha este proyecto (ni en inversión ni en impacto económico). En cuanto a los objetivos concretos del Plan, no quedan claros, puesto que el documento parece más un estudio de la situación actual en España de la IA, que una propuesta de líneas concretas.
De un modo u otro, queda clara la necesidad de una estrategia en esta materia, que regule, planifique y defina a futuro para que desempeñemos un papel destacado a nivel internacional en el ámbito tecnológico.